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21 dic 2017

Errores y lecciones

Una gran amiga mía ha cometido un grave error. De esos errores que al otro día no te quieres levantar de la cama porque vas a tener que tarde o temprano, en un espacio de 24 horas, afrontar las consecuencias.

Podría decirse que tengo la mala costumbre de guardar la atención de una parte de mi cerebro mientras se supone que debo estar escuchando y dando mi 100% a cada detalle. Es como tener dos voces de conciencia en tu cabeza, aparte de la tuya; así que, mientras mi querida Hightower* lloraba a hipios describiendome todo lo que pasó, una de las voces quizá la más peligrosa de las tres se puso a jugar al abogado del diablo, buscarle la quinta pata al gato e intentar encontrarle la variable a equis en una factorización doble.

Vamos a decir que la otra voz no cogió esa.

Thankfully el desarrollo del juicio nunca se detiene y soy fiel creyente de que a cada situación que te encuentres hay que darle un giro de 180 grados para tener otros puntos de vista. Mi querida amiga y yo compartiamos situaciones similares donde mi escenario fue invadido por la otra voz, y el ejercito de acciones por suceder se detuvo a último momento. El de ella no. Así que, luego de reverenda metida de pata but who am I to judge, al oírla supe que el development de esa situación en mi caso, no hubiera sido favorable para ambas partes.

Aunque ganas no faltaban.

Y es ahí donde la cabeza comienza a pensar con tu conciencia junto a la otra voz, y llegas a la lumbrera incógnita donde la mitad del peso que tienes arriba se va, luego de que aprendes a diferenciar errores, de lecciones. Sin embargo, todo depende de cómo uno aprende de las experiencias. Hay gente que aprende en el paso de la vida a fuetazo limpio. Otros analizan y quieren ser calculadoras de sentimientos que llegan a sobreanalizar la situación y terminan más complicadas de cómo cuando se empezó.

Contándome en ese último grupo porque créanme que hay más de dos he llegado a la conclusión de que errores, son de los que te arrepientes. Son de esos donde el gustazo no equivale al coñaso tan grande que viene después.

Lecciones son de las vivencias y situaciones que no te arrepientes. Que quizá no salieron como querías o esperabas y que terminaron con un plot twist inesperado donde un letrero de game over te sale en la pantalla de la vida y tienes dos opciones: O volver a jugar, o voluntariamente pasar al siguiente nivel. Y si realmente es una lección, aprendiste a pasar al siguiente nivel donde juegas con la experiencia adquirida del juego anterior. Y mientras batallas en ese nuevo desconocido las tres voces de tu cabeza sonríen al unísono.

Y agradeces.




Cheers

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