So,... I'm here. Once a year, as always. The city has grown so fast that my beloved image of my hometown is getting more and more faded. Perhaps I'm being over nostalgic -ok, I am- but my tiny piece of social culture that deals with my generation is officially dead. As I don't live here anymore, the changes and the way of thinking in my family and even my friends has over passed my expectations of how innocent and naive I still am. Suddenly, I feel old with my firm values and opinions. I've seen and heard things that when I left, they were just a big NO. Ahora hay mas personas de las que imagine que se han convertido en una especie de investigacion y semi-shock para mi.
I feel like the white swan.
Asi que, una vez mas, estoy en Santo Domingo. Como cada año, una vez al año. Ya no me atrevo a decir que seria como siempre. Para empezar, antes de llegar me habian dicho la maravillosa noticia de que me quedaria un mes completo. Del 15 de Dic al 15 de Enero. Ya cumpliendo una semana y media, llaman de la !#$%/***** universidad para decir que el proceso de cambio de visa a una de estudiante necesita mi presencia en el pais. Eso significa que adios al 15 de Enero. Adios a la semana sin padres que por mas guay que se oiga, no haria ninguna locura mayor. Saben lo estricta que puedo ser a estas alturas y adios a la recarga emocional completa que realmente necesito para volver a soportar Yankeeland. Sali como hurracan de la casa y camine hasta donde mi mejor amiga, que vivimos en el mismo sector. A todo esto, casi choco con un motociclista, una florista ambulante y dos policias por mis ojos llenos de lagrimas de rabia y impotencia.
Aqui no se llora por tristeza. Aqui se llora por lo que sea menos eso.
No puedo resumir. No me sale resumir. Esta entrada viene desde el iPod Touch y con el corazon en una copa. Volvere a ser yo una vez mas, pero luego.
Hoy no.
Kinda sour Cheers.
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