Hemos salido las tres de la universidad. Cuando nos montamos en el jeep dejamos que el silencio converse por nosotras. Hartas hasta de la maldita respiracion, se siente que cada una esta sumergida en su mundo sin ni siquera pasar la idea de que tal vez ellos se parezcan mas de lo que pensamos.
Agarramos la usual ruta del freeway con su ridiculo speed limit de 60 km por hora. A Brenda no le importa. O parece que se sabe todos los trucos del manual o quiza simplemente sea que le guste el viento en su cara.
Muucho viento.
Da un solo aceleron que pone al counter en 80km y me encantaria decirle que si ella cree que estamos en Daytona, pero me abstengo. Estamos en algo muy parecido. Por el espejo retrovisor puedo ver el pelo cobrizo de Lissette indomable al viento. Me quedo mirandola fijamente pues noto algo casi inusual. Se ve serena. Crece una ligera sonrisita en mi cara cuando con mi imaginacion a millon y probando que vivo mas afuera que dentro de este mundo, se me ocurre un titulo ya sea medieval, fantastico o mistico para esa imagen: La Virgen de los Vientos. Vuelvo a dar la cara para la invisible bofetada que el aire se acostumbra a dar y rodando los ojos sigo tratando de poner la mente en mute para no seguir en la luna.
Quiza sea el efecto de la arena que como valvula de escape recorramos a nuestro acostumbrado limbo personal. O quiza sea una parte de la simple y complicada naturaleza humana.. pero de la imaginacion no se escapa.
Hasta el mas cuadrado no puede.
No señor.
Cheers.
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